Por eso decidí quedarme contigo, aunque aún amaba a mi ex

La vida consiste en abrir y cerrar ciclos, entrar y salir de la vida de otras personas y conocer y soltar a otras tantas. En ocasiones solemos aferrarnos a algunas pero siempre lo más sano será soltar, porque definitivamente hay personas que sólo vienen a enseñarnos algo de buena o mala forma pero finalmente son experiencias y aprendizajes que en algún momento dado nos han de servir, en cambio, si de lo contrario nos la pasamos aferrándonos, el daño será de por vida y lo peor de todo es que nos lo estaremos haciendo nosotros mismos. Cuando finalmente logremos entender estos ciclos, comenzaremos a vivir y disfrutar más. Dejemos de pensar en el mañana, dejémonos sorprender, tomemos riesgos y afrontemos la vida con valentía, lo que tenga que ser será por más que nos opongamos, esto también es así en el amor. 

Hablar de la vida es hablar del amor en todos los sentidos y uno de mis sentidos has sido tú. No ha pasado un solo día en que tu nombre no siga presente en mi cabeza, si, sé que ha sido el destino el que ha hecho que me encuentre contigo y también el que ha decidido llevarnos por rumbos distintos. Supongo que cada uno ya tiene bien trazado su camino pero para aprender, es necesario que en ese camino conozcamos a diversas personas y, a decir verdad, no sabes cuan agradecida estoy por haberte cruzado por el mío. 

Creo que cuando uno pronuncia un ¨te amo como a nadie he amado¨ es totalmente falso, puesto que, quizás nunca lleguemos a amar por igual a las personas pero si podemos llegar a amar mejor e incluso hasta más. Además, de antemano tú sabes que antes de ti hubo personas a las que amé, no sé si de la misma manera pero igual significaron mucho para mí y tal vez, con el pasar del tiempo llegue a amarte así o tal vez hasta más. 

Nuestra historia ha comenzado mal, tal vez. De principio tú sabías que, no estaba sola y aun así todas mis señales fueron ignoradas y ni siquiera puedo recordar en que momento cedí. De un de repente todo se me escapó de las manos, las pláticas comenzaron a ser más extensas, los mensajes más frecuentes, caí enredada en tus brazos y terminé entregándote toda mi pasión. Fue aventura tras aventura, diversión, tragos por las noches que nos hacían terminar entregándonos en mi habitación. Sonreír y estar a tu lado comenzaron a ser una necesidad para mí, todo comenzó a ser más frecuente y de repente ya a nada me pude resistir. 

Lo sé, fue sumamente cobarde dividir mi corazón y entregarte una mitad a ti y la otra a quien ya estaba conmigo. Sin embargo, he de confesarte que tomar una decisión no me era nada fácil, acabar con algo de años y renunciar a la paz y seguridad que tú me estabas entregando, no era sencillo. Tú eras esa calma en medio de toda tormenta, me hacías sentir protegida y que decir de aquellos momentos difíciles en que siempre estuviste conmigo. Eras mi tierra firme, la mano que me sostenía y la tranquilidad que ya no conocía, siempre terminabas conociéndome más de lo que yo lo hacía. 

Tú eras como salido de un cuento de hadas, siempre me terminabas mostrando un mejor mundo y me sacabas del mío que sinceramente hace tiempo era un asco. Me mostraste que, las cosas siempre pueden hacerse de diversas formas y que el dolor y el amor no tienen por qué ir siempre de la mano. Me sacabas del infierno y me llevabas a tu cielo y mientras lo hacías mi teléfono no paraba de sonar, si, era él, pero yo me ocupé más en escribir ese cuento sin final… a tu lado. 

Comencé a hacerme fan de todas tus manías, despertabas todas mis terminaciones nerviosas apenas te acercabas. Ver tus ojos, sentir tu cuerpo, tus manos recorriéndome, el sabor de tus labios y tu aroma, terminaron convirtiéndose en mi vicio. Sin dudarlo, tú me hacías ser mejor persona y con el tiempo terminaste demostrándome cuanto valías. 

Todo el tiempo compartido me han enseñado un sinfín de cosas difícil de enumerar. A diario luchaba por liberarme de su jaula mientras tú me enseñabas como volar. En ti encontraba lo que quizás nunca tuve pero aun así mi mundo continuaba dividido en dos; mientras uno se destruía, él otro se construía. Con tu llegada despertaste todo en mí, incluso lo que ya creía muerto, cada pasión y cada sentimiento, prendiste mecha a mi pasión y contigo volví a sentirme una mujer de carne y hueso. Supe cuán grande es mi capacidad para amar. 

Y cuando más enganchada estaba a ti, decidí que no quería una aventura, eso no era para mí, no se sentía bien. Yo deseaba en mi vida algo real, estable, sincero, algo limpio y puro. Superabas todas mis expectativas pero tener algo tan perfecto requería de tiempo, de esfuerzo y ganas por parte de ambos. De confianza, respeto y dedicación, y todo, todo me lo ofrecías tú sin dudarlo. Por eso y más decidí quedarme contigo. Tomar la decisión me llevó tiempo, me dio miedo y claro, no fue fácil porque arriesgarse nunca lo es pero hoy sé que tomé la mejor decisión de mi vida y créeme, de nada me arrepiento. 

Por ti hoy se cuánto puedo amar, hoy sé lo que es el verdadero amor y que una relación requiere de dos. Hoy sé que amar y sufrir no tienen por qué hacerse compañía, que la felicidad absoluta si existe y que a pesar de todos los miedos vale la pena arriesgarse y vivir. GRACIAS por quitarme la venda de los ojos, por tu espera y tu entrega, gracias por hacerme ver que, siempre existe la posibilidad de volver a amar incluso cuando toda la fe se ha perdido. Hoy he encontrado mi verdadero camino a tu lado, ya nada más importa, estamos juntos y esa es nuestra exquisita realidad. Gracias por rescatarme cuando más pérdida estaba y por hacerme ver que siempre, esperé por ti. ¡Gracias! 

Y es que siempre existe la posibilidad de volverse a enamorar, basta abrir las puertas del corazón y decidirse a asumir riesgos, ¿estás de acuerdo? COMPARTE este hermoso texto con tus conocidos.

Fuente:okchicas