Clienta se burla de la cajera y la grita “fracasada” – Entonces el jefe hace lo único correcto
Existen algunos trabajos que requieren
de mucha paciencia y tolerancia, pues precisamente consisten en tratar con
personas a diario y sabemos que hay de todo; personas amables y educadas y
otras que simplemente deben ser tratados con pincitas. Lo peor es tener que aguantar groserías con tal de conservar el trabajo
y quienes más padecen esta situación son aquellos que brindan servicio a
clientes, a diario tienen el reto de tolerar a personas arrogantes y prepotentes.
Y entre todo surge la impotencia de no poder defenderse y
el lema de todo negocio termina siendo: ¨el
cliente siempre tiene la razón¨, entonces ¿qué caso tendría exponer alguna
inconformidad? Y sin importar cuan grandes pueden llegar a ser algunos desaires
e insultos, al empleado no le queda más que tragarse el coraje, el orgullo y
callar.
Por fortuna, algunos líderes de los negocios no están de
acuerdo con las injusticias y suelen sacar la casta por su personal, este
es el caso de un jefe de gran corazón y con una calidad humana impresionante.
Hace tiempo, una universitaria trabajaba de cajera por
las tardes en una tienda de electrodomésticos para obtener un extra y poder
pagar sus estudios. El trabajo la hacía distraerse y además pasaba tardes
agradables al lado de sus compañeros de turno.
Sin embargo,
había días difíciles en que todo se le complicaba, el semestre se ponía pesado
y cuando estaba por finalizar, llegaba vísperas de navidad y las familias se
volvían locas comprando y comprando.
Era tanto el trabajo que en esas fechas se solicitaba a
todo el personal, incluso el jefe solía apoyarnos.
En una ocasión, una mujer muy hermosa y fina, que a
simple vista se podía mirar que era de clase alta, llegó de una manera
despreciativa a pedir que se le escanearan varios cupones, la fila era larga y
eran muchísimos pero aun así la cajera le mostró una sonrisa y de manera amable
le preguntó si había encontrado todo lo que buscaba, a lo que ella la ignoró y
prefirió poner más atención a su celular. Su pequeña hija permanecía a su lado
callada.
La cajera
se apresuró a escanear los cupones y cobrar los artículos de la mujer, sin
embargo, uno de los cupones fue rechazado, hace más de un año que había
vencido. Amablemente la cajera informó a la mujer lo que ocurría y que su
compra no podía efectuarse por ello, la mujer muy indignada y con toda la
prepotencia del mundo expuso que todos los cupones debían ser aceptados sin
distinción. La cajera explicó el motivo pues dicho cupón no correspondía con
los artículos que ella quería llevar y muy irritada la mujer exigió casi a
gritos hablar con el gerente del lugar, exponiendo que no tenía tiempo para una
¨inepta¨ que no sabía atender.
Entonces la cajera hizo una señal al jefe que se
encontraba cerca de ella, en eso la mujer elegante se agachó para susurrarle a
su pequeña hija en una actitud totalmente distinta a la que había tenido con la
cajera: ¨¡Ves mi amor, por eso mami insiste tanto en tus estudios para que no termines
como una vil cajera!¨.
Con una
profunda indignación, la cajera pidió a la mujer que repitiera lo que acababa
de decir y con una sonrisa irónica lo repitió sin pena alguna, la cajera llena
de impotencia respondió sin exaltarse que sólo era su trabajo de medio turno
pero que ella asistía a la universidad. El jefe quien estaba a espaldas de la
cajera, logró escucharlas y entonces preguntó que si que sucedía. La mujer
exigió que se respetara su cupón, que el cliente siempre tenía la razón. El jefe
sin pensarlo dos veces comenzó a desempacar los artículos que la cajera ya
había cobrado y la mujer muy exaltada comenzó a gritarle que sí que carajos
estaba haciendo, a lo que amablemente el jefe le respondió:
-¨En mi
negocio no permito que se ridiculice o humille a mi personal y le pediré de
favor que se retire de mi negocio y no vuelva por acá al menos de que su
actitud haya cambiado¨.
Todos los clientes y empleados la fulminaron con la
mirada y con el rostro desencajado por el coraje tomó a su hija de la mano
bruscamente y se dirigió a la puerta, ¡pobre pequeña! Y antes de poner un pie
fuera les hizo saber que se arrepentirían, que no sabían con quien se habían
metido y que haría que el negocio se viniera abajo o fueran despedidos. Ante esto
todos los presentes no lograron ahogar las carcajadas y el jefe pidió a su
empleada que saliera a tomar un poco de aire para que la sonrisa volviera a su
rostro pues sólo era un mal momento y no un mal día.
Sin importar
el cargo que tengan se debe tratar a todos con respeto. Con esto se ha
demostrado que el cliente no siempre suele tener la razón. La actuación del
jefe es de aplaudirse ¿no crees? COMPARTE
esta reflexión con tus conocidos.
Fuente: mindblowingvideos.com
Fuente 2: Newsner.com
Clienta se burla de la cajera y la grita “fracasada” – Entonces el jefe hace lo único correcto
Reviewed by Samantha Olivares
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17:10:00
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