En 1977, una enfermera cuida a una bebé quemada… 38 años después no esperaba ESTO

Amanda Scarpinati fue una pequeña bebita que, con tan solo tres meses de edad, sufrió quemaduras de tercer grado en su cuerpo y su cabeza la cubría una gasa gruesa; las quemaduras fueron ocasionadas cuando cayó de la cama al interior de un humidificador de vapor caliente. 

Amanda ha conservado algunas fotografías que fueron tomadas en 1977, donde se observa a una enfermera que la tiene entre sus brazos de una manera amorosa, estas fotografías las tomaron en el Centro Médico de Albany en Nueva York.

Aun siendo muy pequeña a Amanda le realizaron varias cirugías plásticas, ocasionando que sus compañeros de la escuela le pusieran apodos y realizaran bromas por su condición, el bullying al que era sometida diariamente la hacía sufrir. Cuando observaba las fotografías recordaba que esta enfermera le había dado algo más que su apoyo médico, se podía ver en sus ojos mucha ternura.

“Recuerdo con tristeza a la niña que era acosada psicológicamente por sus compañeros por estar ¨deforme¨ como ellos me llamaban”, así lo narra Amanda Scarpinati a un noticiero. “Cuando veía las fotografías de la enfermera quería salir corriendo y pedirle ayuda, aun sin saber de quien se trataba. Es inexplicable la paz que me proporcionaba el simple hecho de observar la manera en que me sostenía en sus brazos y la dulzura que reflejaba al verme”.

Amanda quería encontrar a esa enfermera que la cuidaba con tanta dulzura y que en esos momentos de sufrimiento estuvo a su lado. Fueron años en los que buscó sin ningún resultado e incluso decidió poner las fotos en redes sociales y escribió:

“Esta mujer ha estado conmigo en los momentos más difíciles de mi vida, no la conozco, ni siquiera se su nombre y quisiera agradecerle todo lo que ha hecho por mí, además de decirle que nunca he dejado de pensarla, les agradecería mucho que me ayudaran a compartir las imágenes, eso me sería muy útil para encontrarla, tal vez mi mensaje pueda llegar a ella”.

En cuestión de horas su mensaje se volvió viral, recibiendo el mensaje que por tanto tiempo esperó; una enfermera que trabajó junto con la mujer de la fotografía la reconoció como Susan Berger, quien en ese entonces contaba con 21 años y era recién egresada de la facultad; constantemente se acordaba de Amanda e incluso tenia guardadas las mismas fotografías. Susan le platicó de la pequeña que atendió a sus familiares y amigos y decía: “regularmente los bebés al salir de una cirugía se duermen o lloran mucho. Pero ella era diferente siempre tan tranquila y confiada cuando estaba en mis brazos, eso era realmente increíble, era hermoso estar con ella”, dijo Susan, recordando con mucha emoción lo que relataba.

Después de 38 años, Amanda y Susan tuvieron un grandioso y emotivo reencuentro, Susan expresó que no tiene idea si alguna otra enfermera ha tenido la experiencia de vivir algo parecido a lo que ella había vivido, el lograr marcar a un bebé durante tanto tiempo sintiéndose orgullosa de representar a tantas enfermeras.

Actualmente Susan era vicepresidenta ejecutiva de Cazenovia College de Nueva York y a pesar del sinfín de personas que en su trayectoria le había tocado atender, jamás olvidó a la pequeña Amanda quien tocó su corazón desde el primer momento que la tuvo en sus brazos.

Muchas veces el trabajo de las enfermeras no es reconocido como debiera, pero Amanda es un claro ejemplo de aquella frase que dice: ¨honor a quien honor merece¨ y afortunadamente su búsqueda para darle las gracias por todo a la enfermera que hizo tanto por ella de bebé, tuvo éxito.

La gran mayoría de las enfermeras hacen una increíble labor, para reconocerlas, ayúdanos a compartir esta hermosa historia con tus amigos y familiares, seguramente llegará a manos de alguna enfermera. :)