Carta a mi hermano: la mujer que quiero para ti

Esta carta no es con el fin de que elijas a alguien a mi gusto, mucho menos para imponerte a alguien que quizás a ti no te interese. Simplemente es para motivarte y orientarte a elegir a la mujer correcta para ti. Esa mujer que te ame realmente por lo que eres, que te sepa valorar, una mujer que te inspire, te motive y te impulse siempre. Una mujer que te apoye en la toma de tus decisiones y que esté ahí para ti brindándote su ayuda en todo momento.

Lo único que no deseo es que te guíes por un cuerpo o por la pasión de momento, elige a una mujer que no te la haya puesto nada fácil, que te haya costado trabajo lograr conquistarla y ser aceptado, una mujer que se preocupe por enamorarte, no por amarrarte.

No quiero que elijas a alguien a prisa y que te conformes con la primera mujer que intente seducirte. Quiero que elijas a una que te ayude a ser mejor persona, que eleve tus aspiraciones y te motive cada día para alcanzar tus sueños y tus metas. Una mejor lo demasiado buena para ti, que luches por merecértela, que te motive a esforzarte a ser mejor, para ella y para ti.

Quiero para ti a alguien que no te facilite la vida, sino que te rete diariamente. Una mujer con la que aprendas a superar obstáculos, con la que sepas reconocer tus errores y asumir responsabilidades. Y si encuentras a alguien así, por favor, no se dejen ir, ¡cuídense!

Sé que no se trata de mí y que tampoco se trata de que tenga que agradarme, tampoco quiero que se esfuerce por convencerme de que es lo suficientemente buena para ti. 

Finalmente es a ti a quien tiene que hacerte feliz y si la has elegido sé muy bien que por algo ha de ser. Tan solo quiero mirarte contento y que sonrías a diario. Quiero que descubras el amor al lado de alguien que sepa amar de verdad, alguien que esté dispuesta a darse completa y no a medias, porque de ser así tan solo te ha de lastimar. Y si es así, te aseguro que en algún momento cuando asuma que uno de los hombres más importantes en mi vida es feliz, terminaré por convertirme en su amiga y tal vez en su cómplice.

De ser una buena mujer, sabré valorarlo y agradecerlo, aunque he de confesar que muy en el fondo habré de sentir celos, porque ahora tu atención y tu tiempo será compartido, es comprensible porque eres mi hermano y te quiero, no me culpes de ello, en algún momento pasaras por la misma situación, cuando sea tu turno aceptar a quien he de elegir para mí.

Elige hermano a quien te llene el corazón de amor y te impulse a ser mejor, pero sobre todo a quien te haga completamente feliz. 

Con amor, tú hermana.

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