10 Sabios apuntes de niños que nos hicieron reír a carcajadas
No podemos negar que los pequeños siempre logran sacarnos sonrisas, hacen que nos remontemos en días pasados cuando también éramos niños y gozábamos del hacer travesuras, ¿puedes recordar? La niñez sin duda es la mejor etapa de la vida, con ella siempre terminamos dejando huellas imborrables y momentos inolvidables.
Nunca
es muy temprano ni muy tarde para reír, así que el día de hoy definitivamente
queremos verte hacerlo. Por eso, es que hemos reunido recuerdos
inolvidables para algunas familias que como autor tienen a los pequeños del
hogar, niños que siempre nos terminan
regalando situaciones sumamente divertidas ¡y tú no te las puedes perder!
1. La mejor amiga de Carlos en el kínder es Celia.
Su amistad se remonta al primer año en el kínder.
Esta mañana intenté despertar a mi hijo. No reaccionaba. Le quité la manta y le hice cosquillas en un talón.
En medio del sueño Carlos murmuró con una sonrisa:
— ¡Ya, Celi!
Esta mañana intenté despertar a mi hijo. No reaccionaba. Le quité la manta y le hice cosquillas en un talón.
En medio del sueño Carlos murmuró con una sonrisa:
— ¡Ya, Celi!
2. Hoy en la tienda
me estaban dando el cambio y se cayó un billete.
Le dije a mi hijo:
— Cariño, levántalo, por favor.
Un hombre que seguía en la fila, levanta el billete y me lo pasa diciendo:
— No soy cariño, pero...
Mi hijo se indignó:
— ¿Y para qué levantaste el billete entonces?
— Cariño, levántalo, por favor.
Un hombre que seguía en la fila, levanta el billete y me lo pasa diciendo:
— No soy cariño, pero...
Mi hijo se indignó:
— ¿Y para qué levantaste el billete entonces?
3. Mi hijo se durmió
en el sillón y decidí llevarlo a la cama. Lo tomé
con cuidado en mis brazos y dijo en medio del sueño:
— Déjame donde estaba.
— Déjame donde estaba.
4. Estamos revisando la audición
de mi hijo. El doctor susurra:
— Chocolate.
Sebastián (3 años), responde susurrando:
— No puedo, tengo alergia...
— Chocolate.
Sebastián (3 años), responde susurrando:
— No puedo, tengo alergia...
5. Estaba alistando a mi hijo
para ir a pasear. Se estaba poniendo los zapatos y decidí
ayudarlo para agilizar el proceso:
— Dame un pie.
Mi hijo levanta un pie y me parece que no es el que va con el zapato que tengo en mis manos. Le digo:
— ¡Dame otro!
Levanta otro pie. Me doy cuenta de que la primera vez él tenía razón y le digo nuevamente:
— ¡Dame otro!
Mi hijo asombrado mira alrededor, encoge los hombros y dice:
— ¡Ya no tengo más pies!
— Dame un pie.
Mi hijo levanta un pie y me parece que no es el que va con el zapato que tengo en mis manos. Le digo:
— ¡Dame otro!
Levanta otro pie. Me doy cuenta de que la primera vez él tenía razón y le digo nuevamente:
— ¡Dame otro!
Mi hijo asombrado mira alrededor, encoge los hombros y dice:
— ¡Ya no tengo más pies!
6. Vamos caminando mi hijo
de nueve años y yo. Nos encontramos a una conocida:
— Ya estás grande y aún tomas a tu mamá de la mano.
Eric, mirándome a los ojos, dice en voz alta:
— Mamá, ¡ella te envidia porque sus hijos ya crecieron! No te preocupes, también te daré un besito.
— Ya estás grande y aún tomas a tu mamá de la mano.
Eric, mirándome a los ojos, dice en voz alta:
— Mamá, ¡ella te envidia porque sus hijos ya crecieron! No te preocupes, también te daré un besito.
7. Mi hijo tenía alrededor
de 6 años. Se quedó viendo la manicura de su maestra.
— Oiga, maestra, qué uñas tan largas tiene...
— Sí. ¿Te gustan?
— ¡Mucho! Me imagino que son muy cómodas a la hora de trepar árboles.
— Oiga, maestra, qué uñas tan largas tiene...
— Sí. ¿Te gustan?
— ¡Mucho! Me imagino que son muy cómodas a la hora de trepar árboles.
8. Mi hija tiene 5 años.
Regresó del kínder triste. Tuvo su primera lección de lectura.
Y no le salió bien.
— ¡Qué tonta soy! — le decía la niña a su reflejo en el espejo casi llorando.
De pronto se calmó, se puso a pensar... y con un tono de voz perfectamente calmado dijo:
— Pero muy bonita...
— ¡Qué tonta soy! — le decía la niña a su reflejo en el espejo casi llorando.
De pronto se calmó, se puso a pensar... y con un tono de voz perfectamente calmado dijo:
— Pero muy bonita...
9. Pancho tiene 3 años.
Su papá está fumando en el balcón. Panchito lo espera
en la puerta. Enojado, con las cejas fruncidas. El papá entra
a la casa:
— ¿Qué sucede, hijo?
— Papá, ¿fumar es malo?
— Sí, hijito, es malo.
— Papá, ¿tú fumas?
— Sí, hijo.
— Papá, ¿eres tonto?
— ¿Qué sucede, hijo?
— Papá, ¿fumar es malo?
— Sí, hijito, es malo.
— Papá, ¿tú fumas?
— Sí, hijo.
— Papá, ¿eres tonto?
10. Estábamos jugando un juego
de roles. Lola tenía unos 2 años. La mamá (yo) jugaba
el papel de cabra, Lola era una cabrita. De pronto entró
a la habitación el papá, quien no sospechaba nada,
y oyó la voz demandante de su hija:
— ¡Cabrón! ¡Sírveme un vaso de jugo!
Hubieran visto sus ojos...
— ¡Cabrón! ¡Sírveme un vaso de jugo!
Hubieran visto sus ojos...
Ser niño siempre será la etapa más
maravillosa, disfruta mucho de tus pequeños y nunca dejes de sonreír con sus
ocurrencias. Platícanos alguna anécdota propia.
Sácales una sonrisa a las
personas que hacen más feliz tu mundo, comparte con ellos estos divertidos
apuntes, ¡les encantarán!
10 Sabios apuntes de niños que nos hicieron reír a carcajadas
Reviewed by Samantha Olivares
on
8:28:00
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