El mecánico siempre veía a la mujer pasar, pero un día algo estaba mal y él hizo un acto de compasión

Richard es mecánico de un taller que se encuentra en Florida, Estados Unidos. Durante semanas, pudo observar a diario a una mujer que pasaba por enfrente del taller. Nunca la había saludado, pues la mujer siempre parecía ir muy apurada y metida en sus pensamientos. Sin embargo, una vez llamó mucho su atención pues ésta se encontraba llorando de manera incontrolable y con gran sentimiento.

El joven no dudó ni un solo segundo en acercarse a la mujer para saber si podía ayudarla en algo de estar en sus manos. Richard le inspiró confianza y esta se desahogó un poco, así pudo tranquilizarse. Lo que él escuchó fue suficiente para decidir hacer algo grandioso por ella.

La señora, quien responde al nombre de Margot, le confesó que tenía poco de haberse mudado a la ciudad y que venía huyendo de su pasado y tan dolorosos recuerdos, pues su único hijo había sufrido de estrés postraumático después de su servicio militar, y por todo lo que se suscitó, el joven tomó la lamentable decisión de quitarse la vida.

Podía verse a simple vista que una gran tristeza invadía la vida y los pensamientos de Margot. Pues cuenta que era su única familia y ahora se sentía realmente sola. 

El casual e inesperado encuentro con el amable mecánico la hizo retomar un poco el ánimo, además de que le sirvió mucho desahogarse, en ocasiones esto le pasaba, volvía a recordarlo todo y era perderse nuevamente en ese terrible suceso que trataba de olvidar.

Conmovido por su historia y la forma de expresarse, Richard decidió hacerle un pequeño obsequio que le devolvería un poquito la alegría a su vida. Margot le platicó que diario caminaba hacia su trabajo, la distancia era de varios kilómetros pero en realidad no sentía que importara, trabajar le hacía bien para lograr distraerse un poco.

Entonces Richard quiso brindarle todo su apoyo y decidió arreglar para ella un auto que tenía tiempo en el taller, había sido comprado para quitar piezas pero lo cierto es que podría ser mejor aprovechado si este era arreglado perfectamente y entregado a la persona correcta.

Richard se sintió sumamente agradecido, pues Margot también había escuchado sus problemas y por primera vez se había sentido apoyado por alguien.

No conforme con el grandioso regalo, también decidió adquirir un seguro para ella y hacerse cargo de los gastos que tendría con el papeleo. Richard aseguró sentirse contento, pues sabe que lo había hecho de corazón y que además ella ya no tendría que caminar kilómetros y a prisa para llegar a tiempo a su trabajo.

Margot no pudo contener las lágrimas cuando Richard puso frente a ella el auto. Sin duda esta hermosa y generosa acción nunca la olvidará y aunque la vida no le pueda traer de vuelta a su hijo, ésta le demuestra que aún tiene motivos para sonreír.

Hasta el más mínimo gesto que tengas con un desconocido, puede tener gran valor para él, acciones como ésta nos deberían de inspirar, por eso no dudes en compartir con tu familia y amigos. :)

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