La titánica labor de ser mamá, esposa y trabajadora

Un conjunto que requiere de muchísimo esfuerzo y que parece no tener fin.

Cada vez son más las mujeres que se suman al porcentaje de ¨todólogas¨, si, mismas que son madres, esposas y trabajadoras. A decir verdad, es un combo que no cualquiera adquiere porque el precio llega a ser sumamente alto.

Por ejemplo, el día de ayer salí del trabajo y me dirigía a buscar un lugar de comida rápida pues de inmediato debía volver a la oficina. Me topé con un mural realmente hermoso y me llevé una sorpresa al ver que quien lo pintaba era una amiga muy querida de hace muchos años pero a la cual tenía buen tiempo sin mirar.

De antemano sé que mi amiga siempre ha sido una mujer muy trabajadora, ella como muchas otras es madre, esposa y apasionada por su trabajo. Lo triste es saber que tampoco es la única que no tiene el reconocimiento que verdadera merece.

Maura, ese es el nombre de mi amiga, diseña interiores aunque me confesó que los murales le apasionan bastante. Ese día me sorprendieron las diversas técnicas que debía usar pues hacía un calor terrible y todo mundo sudaba a chorros, lo cual hacía mucho más complicado el diseño del mural pero verdaderamente su esfuerzo estaba rindiendo frutos pues le estaba quedando de maravilla.

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Platicamos un momento pero se tuvo que despedir pues debía recoger a su hija de su clase de ballet, enseguida llevarla a casa, darle comida a ella, a sus otros dos hijos y a su esposo. Después de ello debía volver a terminar el mural. Me dejó con la boca abierta e incluso confieso que de sólo escuchar su rutina terminé fatigada.

No lo dijo, pero su expresión lo dijo todo, ¡si tan sólo su esposo le ayudara un poco todo sería totalmente distinto!

Y es que me puse a pensar cuan egoístas son algunos hombres, porque si todo el trabajo que por ejemplo tiene mi amiga pero que lo tienen millones de mujeres más (el de ser madre, trabajadora y esposa)  lo tuviese un hombre, apuesto que sólo se dedicaría a una sola cosa, se tomaría un descanso para comer tranquilamente pero claro, sin contar que la comida estaría previamente preparada por su mujer y la tendría justamente bien servida en la mesa.

Además, no debemos ignorar, que también son amas de casa, atienden a sus hijos, cuidan y limpian el hogar, preparan los alimentos, entre miles de tareas más.

Y así como mi amiga, existen millones de mujeres más que realizan las tres cosas a la perfección y no por ello son una mala madre o esposa, al contrario, su esfuerzo es grandioso pero lamentablemente poco reconocido. No conforme con ello, muchas tienen un marido que pese a que su mujer se encuentra cansada, demanda tiempo para él, algo egoísta de su parte ¿no creen?

Debemos recordar que un matrimonio se conforma por dos personas, cuando uno comienza a olvidar esta parte, el barco comienza a hundirse. Mantener a una familia unida casi siempre es más labor de la mujer que del hombre aunque la realidad es que esto debería ser equitativo, pero es una pena que no sea así y aunque la mujer de un plus por sacar a su familia a flote, esto casi nunca suele ser valorado.

Reconozcamos a las mujeres por su grandiosa labor de todólogas, claro, claro, sabemos que algunas darán más que otras pero finalmente la labor que cada una realiza es digna de reconocimiento. COMPARTE si estás de acuerdo con ello.

Fuente: Soycarmin & Padres

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