Mi perro no es mi hijo, pero yo, SI soy su madre
Me cansa escuchar siempre las mismas críticas, que
porque trato a mi perro como si fuera mi hijo, que si porque lo cuido tanto,
que si porque esto o el otro y ¿Por qué no mejor cada quien se dedica a
vivir como mejor le plazca?,
así de sencillo.
No
es mi hijo, lo sé, pero es mi perro y mi amigo y eso es suficiente como para
tratarlo como un integrante más de mi familia.
Además, amo a mi perro no sólo porque se ha vuelto
indispensable en mi vida sino porque, a diferencia de un hijo, él nunca
cumplirá la mayoría de edad mentalmente, no entrará en esos cambios constantes
de rebeldía ni huirá de casa en busca de su independencia y aunque de anciana
no se haga cargo de mí, si habrá de ser una gran compañía tanto como lo es hoy.
En
otras cuestiones, mi perro siempre habrá
de necesitar de mí, desde alimentarse hasta jugar un poco, nunca será
autosuficiente y eso hará que yo tenga de por vida una responsabilidad que a
decir verdad me encanta.
De
él no escucharé las típicas frases como ¨qué
injusta eres¨, ¨tu no me entiendes¨, ¨eres una mala madre¨, entre otras y
si, es verdad que tampoco escucharé un te quiero, un te extraño, te necesito o
gracias, pero sus acciones hablan por sí
solas y con ellas me conformo.
Jamás
habrá de criticarme o juzgarme haga lo que haga, no pondrá en tela de juicio
mis decisiones ni se opondrá a mis ideas.
También
sé que en él nunca veré una parte de mí pues no posee ninguno de mis genes, así
que no será ningún sucesor.
Facebook/Drako Paco |
Compartiremos la etapa de crecer y envejecer, a diferencia de que
seré yo quien en dicha etapa habrá de cuidar de él. Y, aunque me duele,
posiblemente también seré yo quien esté a su lado al final de sus días y es que
si algo tenemos seguro en esta vida, es precisamente la muerte.
Así
que aunque a muchos les moleste mi confesión, no vivo para complacer a nadie y aunque mi perro no es una persona ni
tampoco es mi hijo, yo si soy su madre.
Supongo
que lo que es un hijo lo saben mejor los que ya tienen la dicha de ser padres,
pero, no es exactamente la definición que me interesa, más bien, ¿qué es ser una madre?
Una madre es un ser
maravillosa que da todo por sus hijos, que cuida, cura, protege, educa,
alimenta, mima y da amor. Es por eso que, aunque mi perro no es mi hijo, yo si
soy su madre y él es claro que me
termina viendo el líder de la manada porque al final de cuentas termino
siendo todo lo que tiene, entonces ¿por
qué no habría de amarlo?
No
me defino como su dueña, me gusta cómo me define él: como parte de su familia. Es
una tristeza que muchos no logren verlos como pequeños seres especiales, ángeles
de la tierra que su misión principal es cuidarnos, sernos leales y darnos mucho
amor. Pero que dicha la de aquellos que
si somos capaces de valorarlos y de amarlos, amar a un ser indefenso que no
tiene la forma de comunicarse (no del todo), que no ha de madurar y que tal vez
siempre habrá de depender de alguien, no saben de lo que se pierden. Estos maravillosos
seres terminan brindando el amor más puro que tendrás en toda tu vida.
Mi perro no es mi hijo,
pero yo soy su madre y gracias a mí, lleva una vida sana, plena y feliz.
Y aunque
para muchos no sea nada, para él soy su todo y la conexión que existe entre
ambos es fenomenal.
Ojalá
aquellas personas que viven la vida criticando a los demás, algún día tengan la
oportunidad de sentir este inmenso amor por un cachorro, porque la reciprocidad
es estupenda, en verdad.
Mientras tanto yo vivo
sumamente feliz con mi perro que no es mi hijo, pero yo, si soy su madre y eso
me llena de mucho orgullo.
COMPARTE si tú también eres madre de un cachorro al que amas con todo tu
corazón, comparte su imagen en los comentarios, ¡presume a tu pequeño!
Mi perro no es mi hijo, pero yo, SI soy su madre
Reviewed by Samantha Olivares
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18:04:00
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