Padrastro abusó de ella durante 5 años - entonces estos motociclistas hacen lo único correcto

Es inconcebible el daño que algunos adultos con mente retorcida y enferma pueden causarle a un niño. Esta es la historia de Jeny, quien a la corta edad de 10 años tuvo que enfrentar eventos traumáticos y muy desagradables, una pesadilla que ningún niño merece vivir.

Jeny tenía una hermosa infancia; era feliz, alegre y muy divertida. Luego de la separación de sus padres, su madre se esforzó por sacarla adelante y darle la vida que todo niño merece, e incluso pensó que volver a casarse sería bueno para ella pues así tendría una figura paterna en casa. Sin embargo, las cosas no salieron como su madre lo hubiese querido.

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Al principio todo marchaba bien pero luego de un tiempo el padrastro comenzó a maltratarla, a tocarla en contra de su voluntad hasta que un día terminó abusando de ella.

Evidentemente el comportamiento de Jeny comenzó a cambiar considerablemente; hablaba menos, quería dormir más, lloraba, se volvió rebelde, no quería come ni salir a ninguna parte, además por las noches solía tener pesadillas. Vivía completamente atemorizada.

Jeny termina confesando que fue la peor etapa de su vida, sólo quería tirar la toalla, cerrar los ojos y no abrirlos nunca más. Sin embargo, su fuerza interior no le permitió dejarse vencer y decidió contar la verdad a su familia para que se hiciera justicia.

Después de dos años de sufrir abusos, por fin Jeny le confesó a su madre los abusos que su padrastro cometía con ella, sin dudar de su hija, inmediatamente contactó a las autoridades correspondientes pero fue hasta después de 3 años que el juicio en contra del padrastro de Jeny comenzó.

Aunque el abuso quedó al descubierto y el padrastro quedó tras las rejas, Jeny no lograba sentirse en paz. Debía prepararse para lo peor; estarían frente a frente en el juicio y aunque trataba de estar tranquila, las pesadillas no la habían abandonado nunca y esto le causaba mayor terror, casi a diario sufría de insomnio y no lograba que la tranquilidad se hiciera presente en su vida.

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Por el día siempre solía estar al acecho, cuidando que puertas y ventanas estuviesen bien cerradas, temía ducharse y cerrar los ojos por aquello de que alguien entrara y por las noches, era imposible conciliar el sueño. Y cuando creía que ya no podía más, conoció a Tombstone, un motorista contra el abuso infantil miembro de los BACA de Los Angeles. Esta es una organización que no tiene fines de lucro, su único propósito es brindar el apoyo necesario a las familias en donde uno de los integrantes ha sufrido algún abuso, además protege a aquellos niños desamparados pero que han estado en la misma situación.

Incluso esta organización se encarga, en caso de ser necesario, cuidar la casa del afectado o estar presente durante todo el proceso de la demanda, también brinda terapias para los afectados. Están disponibles las 24 horas del día y en ella labora pura gente capacitada para tratar un asunto tan delicado.

Por fin llegó la hora de hacer justicia a Jeny y los motoristas no dudaron en estar presentes y brindarle todo su apoyo. En ningún momento la dejaron sola y le dieron las fuerzas para estar frente al hombre que terminó marcando su vida de la forma más cruel. Sentirse protegida ayudo a Jeny a contarle al juez el infierno por el que había pasado durante dos años y gracias a su valentía, su padrastro recibió una condena de dos años.

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Incluso después del juicio, los motoristas continuaron presentes en la vida de Jeny, se volvieron parte de familia y de vez en cuando la acompañan al colegio o la visitan en casa para asegurarse de que la tranquilidad ha vuelto a su vida.

Finalmente Jeny se graduó y los miembros de BACA estuvieron presentes para celebrar el triunfo junto con ella, gracias a su apoyo, ahora Jeny se encuentra más estable y tranquila. Ha hecho lo posible por dejar el pasado atrás, estudia y trabaja y eso le ha ayudado bastante para recuperar su seguridad y autoestima. Ha querido contar su historia para que otras mujeres que han pasado por lo mismo que ella decidan alzar la voz y hacer pagar a estos criminales que no merecen el perdón.

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Se cree que los motoristas son una especie de criminales o gangsters, sin embargo, han comprobado que son personas de gran corazón que sólo desean que los demás escuchemos a las víctimas y se les haga justicia, lo mejor es nunca juzgar la apariencia y darnos la oportunidad de conocer el interior de las personas ¿no crees?

COMPARTE esta historia para que estos grandes hombres sean reconocidos por su hermosa y generosa labor. :)

Fuente: es.newsner.com