Un hombre está llorando en la gasolinera. Cuando esta mujer ve a la esposa ocultando su rostro se dirige directo al maletero
Por desgracia, la vida no siempre nos sonríe; pero nos depara mil y una oportunidades de ayudar a aquellos en desgracia, de ser generosos y desinteresados en bien de alguien más, alguien a quien quizá no conozcamos o a quien no volvamos a ver nunca más.
Era una mañana de invierno particularmente fría la que Nicole Heintz eligió para cargar gasolina. Lo último que esperaba era un encuentro como el que tuvo ese día, ella lo explica en un post en las redes sociales:
"Iba en camino al trabajo cuando tuve que detenerme a cargar gasolina así que me permití un poco de tiempo extra para llegar al trabajo. Llego junto a la bomba y apago mi automovil, entonces veo a un hombre de mediana edad llorando viendo la bomba de gasolina. Comencé a preguntarme que le pasaría a aquel hombre, así que bajo de mi auto y volteo a donde él, cuando lo vi mi corazón se detuvo.
En Appley Valley, Minesota, hace -12 °C y un viento helado. Este hombre vestía chanclas con calcetines repletos de agujeros. Observo su auto y veo a su esposa en el asiento delantero cubriendo su cara con las manos, y en el asiento trasero a sus dos hijas adolescentes tapándose del frío bajo un cobija".
Nicole supo de inmediato que aquella desafortunada familia necesitaba ayuda y que no podía ignorarlo y no hacer nada. No quería entrometerse, pero se sintió obligada a intervenir luego de ver la situación en la que se encontraban.
"Me dirigí hacia el hombre y pregunté: 'Señor, ¿hay algún problema?'. Me miró y pude ver que estaba a punto de darse por vencido porque no trató de ocultar su llanto cuando me dijo: 'Ni siquiera puedo proveer a mi familia'.
Sin pensarlo puse mi tarjeta en su bomba de gasolina y le dije 'Jesucristo murió para proveerte, llena tu tanque'. Algo en el hombre revivió de inmediato; estaba tan conmocionado que parecía que había olvidado cómo cargar gasolina.
En ese mismo instante su esposa bajó del auto y le preguntó qué estaba pasando; le explicó lo que acababa de suceder y ella comenzó a llorar, dio la vuelta al auto para darme la mano cuando vi sus pantalones sucios y rasgados. Le pedí que me siguiera a mi auto.
El aeropuerto había perdido parte de mi equipaje en mi último vuelo, así que tuve que limpiar mi armario para encontrar algo de ropa y de una vez deshacerme de la que ya no usaba. Toda esa ropa se encontraba en mi maletero. Abrí mi auto y le dije a la mujer que agarrara todo lo que necesitara."
La oferta de Nicole fue bien recibida por la mujer, pronto ella y sus dos hijas buscaban entre la ropa. El padre terminó de cargar gasolina y fue donde ellas también. Esto atrajo la atención de la gente; un hombre mayor les regaló un poco de dinero y otro de mediana edad se quitó la chaqueta para regalársela al padre.
"Nunca en mi vida pensé que sería testigo de algo así en una gasolinera con un montón de completos extraños. Pero me da esperanza de que el amor de Dios puede ser contagioso, de que no estamos solos para ser el cambio que queremos en el mundo."
Este acto desinteresado de compasión y generosidad se ha convertido en un ejemplo e inspiración para miles de personas en la redes sociales. Seamos también nosotros ejemplos de vida, procuremos ayudar a los demás cuando las circunstancias nos lo permitan. El cambio comienza por nosotros mismos.
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Fuente:
LoveWhatMatter
Un hombre está llorando en la gasolinera. Cuando esta mujer ve a la esposa ocultando su rostro se dirige directo al maletero
Reviewed by Luisa Ruiz
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13:27:00
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