Este niño perdió el 75% de la visión por culpa de un pequeño “Juguete” muy común en nuestras casas

Expertos están haciendo un urgente llamado a los padres de familia para evitar tener en casa punteros láser, ya que claramente exponen que estos NO son juguetes aun cuando vengan distintas piezas intercambiables que pueden proyectar figuras, tal vez es por ello que muchos padres se los compran a sus hijos como tal. Finalmente son niños y les llamarán la atención, querrán apuntar todo con él, pero ¿qué pasa cuando la pequeña luz que sale del láser apunta directamente a los ojos? los oftalmólogos de Australia ponen a alerta a padres de familia, esta es la razón.

Ben Armitage es un oftalmólogo que comenzó a investigar los problemas de visión de un pequeño de tan sólo 7 años de edad. La razón de su visita al consultorio se debía a que la noche anterior, accidentalmente se había alumbrado lo ojos con un puntero láser que le habían regalado y aunque el período no había sido muy largo, perdió el 75% de su vista.

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El doctor explicó a los padres que este ¨NO JUGUETE¨, había quemado la retina del pequeño en la parte posterior del ojo junto a una zona llamada mácula.

Esta zona se considera sumamente sensible y es por ello que el porcentaje de la perdida de la visión fue muy alto. Al cuestionarlo, el niño expuso que no sintió dolor al alumbrarse con él ni después de, sin embargo, conforme pasaron los minutos y las horas, comenzó a notar que poco a poco veía borroso, se debía a la pérdida progresiva de la visión.

El oftalmólogo le dio una esperanza a los padres; después de la desinflamación, se esperaba que el niño pudiese recuperar parte de su visión que por el momento se encontraba perdida. Sin embargo, si esto no ocurría así, este determinó que ni con gafas se iba a poder reparar el daño en la visión del pequeño y es que dicho daño fue en zonas demasiado sensibles que terminan imposibilitando la recuperación de la visión.

El ojo es uno de los órganos más sensibles, el pequeño se dañó el área central, misma que es la que nos permite enfocar y nos ayuda a poder conducir, leer y ver hasta los más pequeños detalles. Para repararla no existe cirugía alguna, ni siquiera las gafas ayudan en algo.

Lo único que queda recuperar, es la mala experiencia y alertar a otros padres para evitar el uso de este objeto que definitivamente no es un juguete, más bien es un peligro para cualquier pequeño. Así, que lo más recomendable es que si se tiene uno en casa, mantenerlo fuera del alcance de los pequeños y tener cuidado cuando se utilicen.

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Fuente: rolloid.net