Creían que esta era una casa abandonada, pero cuando la policía entró no podían creer lo que encontraron…¡OMG!

Creían Que Esta Era Una Casa Abandonada, Pero Cuando La Policía Entró No Podrían Creer Lo Que Iban A Encontrar ¡OMG!

El 13 de julio de 2005, el detective Mark Holste, del departamento de Policía de Florida, respondió a la llamada de un vecino reportando haber visto a una misteriosa y pálida niña por la ventana de una casa descuidada y en aparente estado de abandono. Durante años, los vecinos nunca habían visto una niña cerda de la propiedad y temían que fuera víctima de negligencia por parte de sus padres. Es poco decir que el detective quedó sorprendido con lo que encontró al entrar en la casa.

Heces animales en el piso, comida putrefacta, telarañas, miles de cucarachas, basura por todas partes; y en medio de todo esto estaba una pequeña de 6 años de edad severamente malnutrida y con nada más que un pañal sucio puesto. Danielle era su nombre.

“Cuando entré a la habitación y me vio sus ojos estaban totalmente abiertos,” Mark cuenta. “Su boca se abrió por completo y gateó hacia una esquina, dobló las rodillas hacia la boca y abrazó sus piernas mientras comenzaba a hacer ruidos extraños, guturales”.

En el hospital determinaron que Danielle se comportaba y tenía el desarrollo de una bebé de seis meses de edad. Su madre biológica pasó solo 26 horas en prisión, fue sentenciada a dos años de arresto domiciliario y a tres de libertad condicional. Sus derechos de paternidad fueron también revocados.

Después del incidente a Danielle se le comenzó a conocer como “la niña en la ventana” y fue adoptada por Bernie y Danie Lierow, quienes la llevaron a vivir, junto con su otro hijo, a una granja a las afueras de Nashville. “Cuando Danielle vino a vivir con nosotros estaba a punto de cumplir 8 años” Comenta Dane. “No les gustaba caminar pero amaba que la cargaran. Comer siempre era una preocupación; podría comer hasta vomitar”.

Hoy Danielle tiene 17 años y continúa en la misma granja con sus padres. No habla muy seguido pero le dice “hola” y “te amo” a su padre algunas veces; puede realizar tareas del hogar que parecían imposibles cuando la adoptaron, como lavar la loza o servirse agua. La comida sigue siendo un problema, por lo que sus padres mantienen el refrigerador bajo llave.

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Socialmente ella responde bien a su padre, su hermano y a los maestros, pero le cuesta trabajo conectarse con su mamá, probablemente por los abusos sufridos por su madre biológica. “No le gustan mucho las mujeres que son como madres” Comenta Bernie. “Ella solo se aferra a mi”.

La vida para Danielle, y su familia, no ha sido fácil pero seguro se encuentra en una situación mucho mejor de la que nadie esperaba. La pubertad ha sido difícil de afrontar pero sus padres están orgullosos de sus avances y no se imaginan su vida sin ella.

“Tener a Dani en mi vida ha sido como un paseo en la montaña rusa” Dice Bernie. “Uno del que no quiero bajarme”

Más allá del sufrimiento por el que Danielle tuvo que pasar, lo que esta historia nos muestra es que aún existen personas dispuestas a dar de sí por mejorar la vida de otros y que el amor de los padres por sus hijos, sean biológicos o no, es el más fuerte e incondicional.

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